lunes, 24 de marzo de 2014

Patente de corso

Curiosa la patente que permitía armar en corso a un súbdito del Rey. Se detallaba el nombre del navío, su porte, número de cañones y pedreros, así como las demás armas y municiones. La Embarcación estaba obligada a llevar la Bandera de las Armas de España y, en caso de apresamiento de buques ingleses y otros enemigos de la Corona había de regirse por las normas del corso y las ordenanzas y establecimientos reales. 



En nombre del monarca como Almirante General de todas las Fuerzas Marítimas de España, y de las Indias, y Protector del Comercio, firmaba la carta don Zenón de Somodevilla, Marqués de la Ensenada. Gran valedor de la Armada, impulsor de la Flota, los Astilleros y los Arsenales. Ferrol le debe su desarrollo, el traslado de la Base de la Graña al Arsenal de Ferrol y a los Reales Astilleros de Esteiro. Y con ellos la creación del Nuevo Poblado de La Magdalena. Esto se producía allá por la mitad del siglo XVIII.



lunes, 17 de marzo de 2014

Fuentes de la Fama

Fueron construidas a finales del siglo XVIII, las dos, la de Ferrol y la de La Coruña. En muchas ciudades españolas se colocaron monumentos a la Fama, la representación de quien se encargaba de que las gestas de los héroes fueran conocidas y también las desgracias de los pueblos. Con sus alas esta criatura viajaba muy rápidamente de un lugar a otro, fomentando la comunicación, ensalzando o menospreciando a quien se lo mereciera por lo que generalmente iba provista de dos trompetillas, la de la buena y la de la mala fama.


Fama en Ferrol




En Ferrol la fuente perdió su condición y su ubicación original. Estaba en la plaza delante de la puerta del Dique del Arsenal, donde se abastecía de agua buena parte de la población de la Magdalena. Después de la guerra civil su lugar lo ocupó un monumento a los caídos en África, y la trasladaron a la puerta del Parque del Arsenal, cerca del puerto de Curuxeiras, donde se encuentra ahora sin sus caños surtidores de agua.



Fama en La Coruña




La Fama de La Coruña está en su emplazamiento original, en la plazuela de San Andrés, en línea con la fuente de Neptuno. Las dos continúan siendo fuentes y se utilizaron para el suministro de agua a la población y a los mercados que se celebraban en la zona, cerca ya de Panaderas. Sin embargo, la Fama coruñesa perdió su trompetilla hace pocos años en un acto vandálico, por lo que no puede anunciarnos las nuevas de las guerras o de nuestros héroes.






Es una lástima. Ni ferrolanos ni coruñeses hemos sabido conservarlas. Nos hemos ganado la fama de que no hemos cuidado bien a nuestras Famas.

viernes, 14 de marzo de 2014

Pintura y patente

                                                            Todo un mundo.
Los remos, el depósito de gasolina, cubos, el bichero, cabos de fondeo....Aprovechemos el buen tiempo para reparar el bote y darle pintura y patente. "Mantenimientos y limpiezas" es la voz que se utiliza en la Armada. "Arranchar la embarcación" la que se utiliza en los puertos pesqueros. Como en esta rampa de Mugardos. En unos días, botadura y a la faena.

martes, 11 de marzo de 2014

Atlantic Hotel

Los 60 y 70 fueron unos años terribles para la conservación del patrimonio. La época del desarrollismo, de los acuerdos con EEUU, la importación de maquinaria y bienes de equipo, y la creencia de que no merecía la pena conservar o rehabilitar nada de lo antiguo. Se destruyeron magníficos edificios con la única finalidad de hacer en su lugar algo nuevo, llamativo, más acorde con la apertura y modernización de España. Uno de ellos el Atlantic Hotel, construido en los años 20 haciendo un espléndido conjunto con el Quiosco Alfonso y la Terraza. Afortunadamente estos se salvaron. El Atlántico antiguo, modernista, dejó paso al actual. Lástima.

Antiguo hotel Atlántico

miércoles, 5 de marzo de 2014

Catalinas


Riazor



Me llama la atención que a la gente le llame la atención. En esta zona, hace años, la marea cruzaba al puerto. Se le ganó terreno al mar en Riazor, y se rellenó en la otra orilla, los jardines de Méndez Núñez y todas las instalaciones portuarias.


Y, de vez en cuando, la mar reclama su espacio. Este año varias veces, rompiendo balaustradas, bancos, farolas y cualquier obstáculo que se encontró en medio.





Una de las catalinas de la fuente, en Riazor



 Hasta llegar, mansamente, a mojar los pies de las catalinas. Ahí ya pierde su bravura, llena la fuente y se vuelve a la playa.