Formaron parte del paisaje, de la vida de la ciudad. Los trolebuses, de procedencia inglesa, que ocuparon la Pescadería y algunos barrios periféricos. Hace ya años que se sustituyeron. Un medio de transporte limpio, eléctrico, silencioso, se cambió por una flota de nuevos y flamantes autobuses de motor de combustión de gasóleos, ruidosos y contaminantes.
La Coruña perdió "glamour". Perdió transporte sostenible. Perdió encanto al perder los troles ingleses.
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